Los esmaltes de uñas convencionales poseen ingredientes que pueden resultar perjudiciales para la salud de nuestras uñas.
Si miras la etiqueta de cualquier esmalte de uñas observarás una larga lista de productos químicos que, aunque la mayoría de ellos resulten inofensivos, otros podrían causar daños en las uñas.
En el momento actual donde la manicura se ha vuelto un tratamiento de belleza indispensable es cuando más debemos mirar por la salud de nuestras manos y cuidar todo lo que añadimos sobre ellas. Por ello, es fundamental conocer los ingredientes básicos es los esmaltes que más se comercializan:
El llamo trío tóxico de esmalte de uñas consiste en dibultilftalo (un plastificante), tolueno (para distribuir uniformemente el color) y formaldehído (un carcinógeno usado como agente endurecedor).
Años atrás era muy complicado encontrar en el mercado esmaltes o lacas de uñas saludables, pero debido a la mayor concienciación de la sociedad respecto al medio ambiente y el cambio climático, el maquillaje BIO y ecológico no se ha hecho esperar, siendo altamente demandado en nuestros días.
Las marcas tradicionales, conscientes de este momento, en muchas ocasiones hacen un uso indebido de las palabras “orgánico” y “natural” aludiendo a sus productos aparentemente “naturales” pero que siguen incluyendo sustancias tóxicas.
Desde BIOMAKEUP queremos ayudarte a identificar tales sustancias nocivas para cumplir con nuestra misión de hacer llegar el maquillaje BIO cada vez a más personas y ayudar a un consumo de belleza consciente y respetuoso con tu cuerpo y el medio ambiente. ¡Empezamos!
El trío toxico del esmalte de uñas: dibutilftalato, tolueno y formaldehído
- Ftalato de dibutilo (DBP) es un plastificante de uso común que hace que los productos sean más flexibles. Según la EPA, este producto químico posee una toxicidad aguda (a corto plazo) y crónica (a largo plazo) relativamente baja. Aún sin estudios en humanos, ya que toda la información reciente proviene de estudios en animales, los efectos no son severos pero la exposición a corto plazo se ha relacionado con náuseas e irritación en ojos, nariz, boca, garganta y la piel. Igualmente existen informes que señalan que DBP podría tener efectos perjudiciales en el sistema reproductivo, especialmente en los hombres.
- Touleno es una sustancia diluyente de pintura, incoloro e insoluble en agua que suele utilizarse en el pegamento. Su toxicidad ha sido altamente estudiada y se asocia con mareos, entumecimiento, piel seca e irritación de nariz, ojos o garganta. El touleno líquido es más peligros que sus vapores y ciertas personas pueden ser altamente sensibles a el; sin embargo, a día de hoy todavía se desconoce por qué el touleno produce toxicidad sistémica y sus efectos son a corto plazo generalmente.
- Formaldehído se usa frecuentemente en una amplia variedad de productos a pesar de representar un peligro significativo para la salud. A niveles inferiores e inofensivos podemos encontrar esta sustancia en algunos alimentos, pero a nivel cosmético la FDA regula su utilización en los esmaltes de uñas. Al ser potenciablemente tóxico, se impuso su limitación aunque su problema está en la cantidad: los endurecedores de uñas incluyen concentraciones de formaldehído de hasta un 5%, mientras que el esmalte de uñas puede llegar hasta un 0’5%, la cual se trata de una cifra bastante elevada.
Otros problemas de salud relacionados con los esmaltes de uñas
Los defensores de la salud llevan más de una década intentando concienciar de la gran cantidad de químicos presentes en el mundo de la cosmética y especialmente en los esmaltes de uñas. Diversos estudios realizados por investigadores estadounidenses y Grupos de Trabajo Ambiental sugieren que el químico llamado trifenilfosfato (o TPHP) se usa en muchos esmaltes de uñas y puede resultar muy perjudicial.
EL TPHP es una sustancia que altera la hormonas, lo cual es bastante perturbador, pero el mayor hallazgo reside en que este químico se absorbe en el cuerpo cada vez que se usa esmalte de uñas: “Es muy preocupante que el esmalte de uñas que se comercializa a mujeres y adolescentes contenga un supuesto disruptor endocrino” comentan los investigadores de tal estudio.
Resulta irónico que la mayoría de la población esté más preocupada por las sustancias que albergan los materiales a su alrededor que por los tóxicos que incluyen los productos cosméticos que ponen sobre su piel.
La clave de la cuestión es que estas sustancias a veces no aparecen escritas en la etiqueta y, en el caso de que aparezcan, no se mencionan sus efectos haciendo que el consumidor sea ajeno a la toxicidad de algunos productos. Incluso esmaltes que afirman ser “libres de trío tóxico ” continuaban estando presentes en su formulación y a veces en proporciones más altas de lo permitido.
La desinformación en cuanto a los ingredientes de los esmaltes de uñas es un hecho que no solo desconoce el consumidor, sino también trabajadores de centros de belleza y estética.
Entonces, ¿deberíamos dejar de usar esmaltes de uñas?
Absolutamente no. Su uso excesivo puede resultar nocivo pero usado ocasionalmente no debe presentar ningún riesgo. En cualquier caso, es recomendable que los salones de belleza que trabajan con esmaltes estén bien ventilados y se mantengan las cutículas bien cuidadas para minimizar el contacto entre esmalte y la piel de las manos.
Es esencial mantenerse informado para evitar productos con compuestos potencialmente tóxicos. Algo tan simple puede ser bastante difícil debido al vacío legal y la falta de regulación estricta que hace que las etiquetas sean engañosas a menudo. Skin Deep es una web que ofrece una base de datos de productos cosméticos y sus ingredientes, siendo la solución ideal para buscar “esmaltes de uñas seguros”, siendo el esmalte a base de agua mucho más seguro y ecológico.
Tener unas uñas hermosas y llevar manicura es compatible con cuidar de nuestras manos. El esmalte de uñas ha existido durante miles de años y definidamente ha llegado para quedarse, solo es necesario llevar a cabo una compra consciente.
Fuente: ZME Sciencie